Cómo buscar ayuda
Debido a que la violencia siempre es perjudicial, es importante buscar ayuda para enfrentarla y cuanto antes, mejor. No se detiene por sí sola; tiende a intensificarse con el tiempo, con actos de violencia más frecuentes.
La asistencia profesional puede ayudar a liberarse de una relación abusiva o a apoyar a la persona agresora a modificar su comportamiento. Es importante recordar que las niñas y niños que experimentan violencia en el hogar siempre necesitan ayuda.
Aunque una vida familiar difícil pueda parecer más segura en algunos aspectos, buscar ayuda y hablar de la situación de violencia con personas externas puede llevar a una resolución y mejora de la calidad de vida. Puedes encontrar información sobre servicios de apoyo en:
El apoyo conversacional se ofrece en casos de violencia con el objetivo de dar forma a la situación, reflexionar sobre los propios sentimientos y pensamientos, y aclarar objetivos personales. A través de conversaciones de apoyo, las personas que han experimentado violencia pueden abordar sus vivencias y reflexionar sobre lo que realmente desean en sus propias vidas. Este apoyo profesional también puede incluir ayuda en cuestiones muy concretas, por ejemplo, aclarar la situación financiera y ayudar a solicitar beneficios económicos.
Una persona profesional en el campo de la intervención en violencia también puede evaluar objetivamente si el entorno del hogar es seguro. Ello requiere de honestidad entre la persona que experimenta violencia y la persona profesional. Pueden ayudar a la víctima a escapar del abuso, facilitando un lugar seguro en el que vivir, o ayudar a las personas agresoras para que modifiquen su comportamiento. Es importante tener en cuenta que las niñas y los niños que experimentan violencia en el hogar también necesitan apoyo. Protección infantil proporciona una ayuda crucial para garantizar que las niñas y los niños de la familia tengan una vida segura.
Algunas personas sobrevivientes temen el estigma que su familia podría enfrentar al solicitar esta ayuda. Este miedo está frecuentemente asociado a la vergüenza y la culpa. Las víctimas se cuestionan por qué se encontraban dentro de una relación de violencia. Por ello, es importante responsabilizar únicamente a las personas agresoras de sus actos con el objetivo de mitigar la violencia doméstica y de género en nuestra sociedad.
Hablar de tu situación personal con una persona desconocida puede dar miedo, y las posibles consecuencias pueden ser aterradoras. Puede preocuparte que la persona agresora se enfade o que protección infantil intervenga en la vida de la familia. Aunque estos temores a menudo son infundados, son comprensibles. El miedo a un proceso penal también es una barrera en la búsqueda de ayuda profesional. Los procesos penales son largos y complicados.
Hablar con una persona profesional es una opción segura. Son personas capacitadas y formadas para atender a cualquiera que haya experimentado o cometido violencia, ofreciendo su apoyo sin emitir juicios. A través de esta herramienta (llamada AinoAid) puedes hablar sobre tu situación personal si aún no te sientes preparada para contactar con una persona profesional.
Buscar apoyo profesional es un acto de autocuidado. Estas personas profesionales pueden ayudar a prevenir la violencia y abordar y ayudar a superar el daño causado por ella. En ocasiones, las experiencias de violencia pueden salir a la superficie años después, y nunca es tarde para buscar ayuda.
Aceptar este apoyo puede ser un desafío. Las personas que han experimentado violencia pueden creer que no son dignas de ser ayudadas, que su situación no es tan grave o que nadie puede ayudarlas. Este apoyo también es importante para las personas que necesitan claridad sobre su situación personal, requiriendo apertura y valentía.
Algunas personas profesionales de diferentes ámbitos no están formadas específicamente en violencia doméstica y de género. Esto supone que la ayuda recibida, en ocasiones, no se ajuste a la que se necesita en ese momento. En estos casos, tienes derecho a solicitar una revisión de tu caso. Los recursos residenciales te ofrecen orientación en tu situación personal para solicitar que tu caso se atienda correctamente.
Los servicios sociales de tu zona son un primer contacto para solicitar apoyo. Es importante que el relato sea lo más concreto posible para que las personas profesionales puedan atenderte en base a tus necesidades. Los servicios sociales te derivarán a los servicios adecuados.
Cómo dar el primer paso
La búsqueda de apoyo comienza contándole a alguien tu situación personal, ya sea un familiar, una amistad o una persona profesional. Las personas cercanas pueden ser de gran apoyo en este primer paso.
Este primer contacto permite hacer una reflexión sobre la situación y abordarla paso a paso. Las personas profesionales están formadas para ofrecer este apoyo sin emitir juicios. Puedes encontrar más información sobre servicios de apoyo en la página Detalles de contacto.