Evaluación del riesgo por profesionales

La evaluación de riesgos es un proceso en el que un/a profesional debe tener en cuenta distintos factores para determinar la probabilidad de que ocurra algo malo. Aunque algunos de estos factores de riesgo no estén directamente relacionados con sus funciones, es importante identificarlos y anotarlos. Esto les ayuda a comprender todas las posibles fuentes de riesgo y a gestionarlas mejor.


La evaluación de riesgos es una herramienta crucial para prevenir la violencia doméstica repetitiva


Mediante la realización de una evaluación de riesgos exhaustiva y aplicando las intervenciones adecuadas, los/as profesionales pueden trabajar para prevenir los actos de violencia repetidos y garantizar la seguridad de las víctimas. Su principal objetivo es identificar el riesgo de futuros comportamientos violentos evaluando los factores relacionados con la probabilidad de reincidencia del agresor y cuáles podrían ser las consecuencias.

Además, ayuda a identificar las circunstancias que pueden aumentar el riesgo de que la violencia suceda y a evaluar los factores de vulnerabilidad de la víctima. La información recopilada en la evaluación del riesgo se utiliza después para desarrollar estrategias e intervenciones que permitan gestionar y mitigar eficazmente estos riesgos.

Los principios de la evaluación de riesgos

Los principios de la evaluación de riesgos se definen en el Manual Europeo para la Evaluación de Riesgos:

  1. La evaluación de riesgos es un proceso que sólo puede realizarse con la colaboración de las víctimas/supervivientes.
  2. Deben tenerse en cuenta las propias valoraciones de las víctimas/supervivientes sobre su seguridad y sus niveles de riesgo. Las investigaciones demuestran que las víctimas/supervivientes tienen las valoraciones más precisas sobre sus propios niveles de riesgo.
  3. Las víctimas/supervivientes deben ser escuchadas sin la presencia del agresor, la familia y/o los miembros de su comunidad.
  4. Los/as menores deben tener la oportunidad de poder hablar.
  5. Los/as profesionales son responsables de evaluar, gestionar y controlar el riesgo del agresor.
  6. Los/as profesionales, en caso de daño significativo a los/as menores, deben considerar y acordar el mejor procedimiento que los salvaguarde y proteja.
  7. Es importante aclarar los límites del proceso de evaluación y gestión de riesgos.
  8. No deben hacerse promesas improbables o poco realistas.
Profesionales implicados en la evaluación de riesgos

Agentes de policía, trabajadores/as sociales, enfermeras/os, médicos/as, profesores/as y trabajadores/as de las ONG deben tener la formación y los conocimientos adecuados para reconocer los factores de riesgo.


Los/as profesionales deben entender de una manera común y unificada el riesgo, aunque sus funciones y responsabilidades específicas pueden llevarles a centrarse en factores diferentes. Por ejemplo, los/as agentes de policía y los/as trabajadores/as sociales tienen perspectivas diferentes debido a la naturaleza de su trabajo.

También deben comprender la dinámica de la violencia doméstica, cómo afecta a las víctimas, por qué pueden permanecer en una relación abusiva, las tácticas que utilizan los maltratadores y las cosas que hacen que la situación sea más peligrosa.

Factores de riesgo

Cuando se trata de violencia doméstica, hay signos específicos que pueden indicar al profesional si la situación está empeorando.

  • Violencia física previa
  • La violencia se está produciendo con más frecuencia, o la violencia es más intensa (dañina, lesiva)
  • Control coercitivo
  • Celos extremos y pensamientos obsesivos
  • La víctima tiene una nueva pareja
  • Estrangulación
  • La víctima está intentando divorciarse/separarse o se ha divorciado/separado
  • Problemas de salud mental del agresor
  • Problemas de abuso de sustancias del agresor/la víctima
  • Acceso del agresor a un arma de fuego
  • Aislamiento social
  • Cambios negativos en la vida del agresor y estrés económico
  • Otras formas de maltrato doméstico
  • La víctima está embarazada o tiene un bebé
  • Violencia hacia los animales domésticos
  • Amenazas de muerte


(Fuente: IMPRODOVA)

Deben establecerse protocolos y medidas de seguridad claros

Existen herramientas de evaluación de riesgos para ayudar a los/as profesionales a documentar el caso. Para ello, es esencial dar prioridad a la seguridad de la víctima.

Cuando se interviene en casos de violencia doméstica y malos tratos, las cuestiones clave a tener en cuenta incluyen la protección de datos, los límites de la confidencialidad y la obtención del consentimiento de la víctima para compartir información.


Deben establecerse protocolos y medidas de seguridad claras para orientar la documentación de la evaluación de riesgos, la gestión de riesgos y los factores de riesgo específicos. Por ejemplo, cierta información, como la documentación de la evaluación del riesgo de la víctima, no debe incluirse en los registros de la investigación previa al juicio del proceso judicial. Con ello se pretende evitar que el autor del delito acceda a esa información sensible. Pero, si la información está directamente relacionada con la descripción del hecho delictivo o los rasgos característicos del delito, deben figurar en el atestado.

(Fuente: IMPRODOVA)

Profesionales deben conocer las directrices básicas para la documentación de información

Cuando la víctima interactúa con los/as profesionales, existen directrices básicas para la documentación de casos para la policía, trabajadores/as sociales y la asistencia sanitaria. Si eres víctima, puedes pedir a los/as profesionales que se aseguren de que tu caso se documenta como corresponde. Más información sobre la lista de comprobación de la evaluación de riesgos.


El proceso de evaluación del riesgo en casos de violencia doméstica debe ser dinámico y reiniciarse siempre que cambie la situación de riesgo. Por lo tanto, es crucial que los/as profesionales documenten el caso y sus factores de riesgo asociados.


Una documentación exhaustiva del caso garantiza que los/as profesionales puedan consultar la información registrada previamente para revisar la evaluación del riesgo.


(Fuente: IMPRODOVA)

En conclusión, la evaluación de riesgos desempeña un papel crucial en la prevención de la violencia doméstica, con el objetivo de identificar y gestionar los factores que contribuyen a la probabilidad de violencia futura. Implica identificar los factores de riesgo, comprender la dinámica de la violencia doméstica y reconocer el impacto en las víctimas. Al tener una comprensión global de las fuentes de riesgo, los organismos clave pueden trabajar juntos para desarrollar estrategias eficaces de intervención y apoyo.

Profesionales de diversas profesiones deben estar formados/as y capacitados/as para identificar los factores de riesgo críticos y colaborar para abordarlos. Aunque pueden tener diferentes perspectivas y prioridades, una comprensión compartida del riesgo es esencial para una gestión eficaz del mismo. Trabajando en colaboración, los organismos pueden proteger y apoyar mejor a las supervivientes de la violencia doméstica y, en última instancia, lograr comunidades más seguras.

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