Violencia basada en el honor
La violencia basada en el honor viola los derechos fundamentales y la dignidad de las personas. Es una forma de violencia arraigada en creencias culturales o tradicionales, en la que personas, principalmente mujeres, se enfrentan a daños o incluso a la muerte por presuntas violaciones del honor o de las normas culturales.
Diversas prácticas abusivas, incluidos los matrimonios forzados, la mutilación genital femenina y el abuso físico o psicológico, caracterizan la violencia basada en el honor. Que impliquen control, coerción y otros actos violentos mentales, físicos, sexuales o religiosos perpetrados por familiares o miembros de la comunidad.
Detrás está la idea de que la persona sometida a violencia ha violado el honor familiar y/o las normas de conducta de la comunidad o la sospecha de ello. A través de actos de violencia, los perpetradores piensan que están protegiendo o restaurando su honor y el de su familia, por lo que otros los perciben como una familia respetable.
Debido a esto, la violencia y el control pueden parecer justificados tanto para los perpetradores como para la víctima, incluso si violan gravemente la dignidad y los derechos humanos de quienes sufren violencia. A menudo hay muchos factores. A veces, toda la familia o la comunidad puede ejercer presión y control.
El factor más importante en el surgimiento de conflictos y soluciones violentas son las formas específicas de cada familia de funcionar y resolver disputas, las relaciones con las comunidades circundantes y la sociedad en general, y otras historias de vida familiar y factores estresantes.
- Impedir la independencia de los jóvenes, presionar el matrimonio y controlar la socialización
- Una exigencia absoluta de castidad
- Matrimonio forzado
- Violencia y control en una relación, o miedo a
- Persecución comunitaria tras la separación
- Aislamiento de la comunidad, daño a la reputación.
- Mutilación genital femenina (MGF)
- Muchas otras formas de violencia mental, física, económica y sexual.
Reconocer y abordar la violencia espiritual o religiosa basada en el honor es crucial para salvaguardar los derechos de las personas, fomentar la libertad religiosa y promover la coexistencia armoniosa entre comunidades diversas.
Requiere un enfoque integral que implique crear conciencia, apoyar a los sobrevivientes, involucrar a las comunidades e implementar medidas legales para garantizar la rendición de cuentas y la protección. Es crucial desafiar y cambiar las creencias, actitudes y estructuras sociales subyacentes que perpetúan esta forma de violencia.